miércoles, 15 de abril de 2009

Esos Diablos...


LOS DIABLOS QUE TURBAN EL MUNDO

Mira cómo está impresa esta mala inclinación en nosotros, que la naturaleza humana por sí misma y por su original corrupción, sin otro extraño motivo o instigación, se vuelca sobre esa vileza, que si la bondad de nuestro señor no reprimiera esa natural inclinación, todo el mundo caería general y suciamente en esa vileza. Leemos cómo a un niño pequeño y puro, criado por unos santos ermitaños en el desierto, que no había tenido contacto con hembra, lo mandaron a la ciudad donde estaban su padre y su madre. Y en cuanto entró en el lugar en donde estaban su padre y su madre, preguntó a aquellos que lo habían llevado acerca de las cosas nuevas que veía, qué cosas eran: y como había visto bellas mujeres y bien adornadas, preguntó qué cosa eran, y los santos ermitaños dijéronle que aquellas cosas eran diablos, que turbaban a todo el mundo, y como estaban en casa del padre y de la madre, preguntaron al niño los santos ermitaños que le llevaban, y le dijeron así: «Mira qué cantidad de cosas bellas y nuevas has visto y que jamás habías visto, ¿cuál es la que más te ha gustado?». Y el niño respondió: «De todas las cosas bellas que he visto, las que más me han gustado son los diablos esos que turban el mundo». Como aquéllos le dijesen: «¡Oh, mezquino! ¿No has oído decir muchas veces, y leído, lo malos que son los diablos y el mal que hacen, y que su hogar es el infierno, y cómo, entonces, te han podido complacer tanto cuando los has visto por primera. Dicen que respondió: «Aunque tan malas cosas sean los di tanto mal hagan, y que en el infierno estén, no me importarían todos esos males y no me importaría estar en el infierno, con tal de que estuviese y habitase con diablos como ésos. Y ahora sé, los diablos del infierno no son tan malas cosas como dicen, y sé que haría bien en estar en el infierno, puesto que tales hay allí y con tales debería estar.
Y así fuese yo con ellos, Dios lo quiera».

(Del libro "La catedral del mar")Me lo mandó un compañero... aunque creo que puesto a hablar de diablos, seguro que los hay tanto masculinos como femeninos...¿no?

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